Hace unos meses se publicaba una Reflexión Lasallista que nos preguntaba “Y tú, ¿hacia dónde miras?”. Esa reflexión nos proponía ahondar sobre el significado de “mirar” en el espíritu del Proyecto Levadura, enriquecido con una profunda reflexión bíblica que ilustra y enriquece el hecho de mirar y el tipo de mirada que estos tiempos nos demandan. En esta saga reflexiva,
nos proponemos llevar nuestra mirada al corazón y desde allí reconocer que los tiempos presentes de la historia y la realidad del Instituto nos invitan a habitar las periferias...

Estimada familia Sanjuanista: Iniciamos este año con el lema “Nuestro corazón está en las periferias”, un llamado a reflexionar sobre a quienes nos referimos cuando hablamos de “periferia”. Para profundizar en este concepto, podemos leer el evangelio de Mateo, donde se plantean preguntas significativas: Señor ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?” A lo que el Rey responde: les dirá: “En verdad les digo que en cuanto lo hiciste a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hiciste”. Es nuestra responsabilidad estar atentos en casa, en el colegio, en la parroquia o en la comunidad y reconocer quienes necesitan nuestra ayuda. Debemos mirar hacia el corazón y darnos cuenta de quienes necesitan de una palabra de aliento, una mano en el trabajo, unas monedas para afrontar el día o simplemente compañía ya que a menudo no valoramos el tiempo que pasamos con quienes amamos. En la actualidad, la tecnología ha capturado nuestra atención de tal manera que, en ocasiones, nos volvemos indiferentes a nuestro entorno; nos conmovemos más por una imagen en el celular o la laptop acompañada de música para la ocasión, que la presencia de nuestros hijos o pareja en casa, o de las personas que suben a la couster o piden colaboración en la calle, hemos desarrollado desconfianza y nos hemos vuelto insensibles al sufrimiento ajeno, eligiendo cerras nuestros sentidos a la realidad. Vivir en estos tiempos se ha vuelto un desafío: debemos preocuparnos por los nuestros sin olvidar a los demás y a nuestra comunidad. Recuerdo la frase de Leonardo Da Vinci: “No se puede amar lo que no se conoce ni defender lo que no se ama” de Leonardo Da Vinci; esforcémonos por conocernos mejor, aprendamos a escuchar a nuestro corazón, y así podremos hablar de “La Salle, una gran Familia” les invitamos a hacer patente el lema del presente año en nuestros planes familiares, en nuestras aulas, en nuestra promoción y en nuestro colegio, para que, cuando estemos ante Dios nuestro Padre, nos diga: “Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo”.

¡Viva Jesús en nuestros corazones!

Hno. Roberto Cosio Oblitas fsc.

San Juan de corazón , en mi alma yo llevo tu color, fundido en el recuerdo que nos brinda la pasión de un sueño que La Salle comenzó…
San Juan de corazón , amigos que nunca olvidaré...